Andrea Vargas

Con ColectivaMente, Andrea Vargas conecta una red de científicos con un público hispanohablante.

La historia de Andrea

A través de su proyecto personal ColectivaMente (RoCur), la ecuatoriana Andrea Vargas busca motivar a los científicos a mirar más allá del mundo académico para compartir sus experiencias en torno a la ciencia. Una red de científicos, o en este caso, curadores, se encargan de la plataforma de rotación curación en español durante toda una semana. Andrea pretende tender un puente entre el mundo de la ciencia y el público en general. Mostrar que la ciencia comparte dimensiones con el arte, la fotografía y que otras disciplinas contribuyen a la contextualización de la ciencia y a la vez a la comprensión de su valor.

Palabras: Yoshi Emanuël

Desde que era pequeña, Andrea siempre sintió curiosidad por los fenómenos naturales que la rodeaban. "Sin duda, esta curiosidad la heredé de mi padre. Era médico, pero su interés por el mundo no conocía barreras. No importaba qué, siempre intentaba descubrir algo nuevo sobre el entorno natural que le rodeaba", explica. Su padre realizaba expediciones a cuevas y solía llevar muestras de cadáveres, como ranas, serpientes e incluso arañas que encontraba durante sus aventuras. Sus historias se acumularon en una fascinación de largo alcance volviéndose ideales  para su hermana y la propia Andrea. Ambas siguieron una carrera científica. Tras cinco años y medio de academia en Ecuador, Andrea se graduó en el programa de Biología y, por tanto, pudo referirse a sí misma como bióloga. 

"Dediqué siete años de mi vida a la ciencia y me encantó. Sin embargo, por el camino pensé... el mundo académico: aunque es importante para el avance de la sociedad, no siempre es accesible para todos. Es un privilegio formar parte de una comunidad de científicos muy unida". Según Andrea, muchas cosas se quedan en el ámbito técnico y el intercambio de conocimientos puede limitarse principalmente a los círculos académicos internos. Tras sus estudios en Ecuador, decidió trasladarse a Francia, donde Andrea adquirió su primera experiencia con la comunicación científica. "Opté por dejar la ciencia y dedicar mi vida profesional a la comunicación y la mediación".

"Intento tender puentes entre el público en general y los científicos. Los tecnicismos de la ciencia no son realmente necesarios cuando quieres que la gente entienda tu trabajo como científico. La ciencia debe ser accesible para todos. Creo que todo el mundo puede entender la ciencia, pero la comunicación es clave en ella", afirma. Mostrar que la ciencia comparte dimensiones con el arte, la fotografía y otras disciplinas contribuye a la contextualización de la ciencia, al tiempo que permite comprender su valor.

Actualmente, Andrea trabaja para el Instituto Nacional de Investigación para el Desarrollo Sostenible (IRD) en Francia. El instituto trabaja con científicos y colabora con universidades de todo el país e incluso más allá de estas fronteras. Así lo demuestran numerosos proyectos en naciones africanas y sudamericanas. Además, ha tenido una gran oportunidad de formarse como mediadora, teniendo la oportunidad de trabajar con niños. "Esto requiere una adaptación con otra serie de habilidades comunicativas, así como la aplicación de diferentes técnicas para empatizar con un público más joven". Como menciona la propia Andrea.

"En mi proyecto personal me dirijo a los estudiantes universitarios y a los jóvenes profesionales de las disciplinas científicas. Mi hermana y yo estudiamos biología juntas, pero más pronto que tarde, ambas seguimos caminos profesionales diferentes. Lo que ambas aprendimos a través de las dificultades de la dedicación diaria a nuestras pequeñas burbujas científicas, es que ser científico significa mucho sacrificio. Cuando te das cuenta de que al final del día nadie entiende realmente lo que haces en el trabajo, es desgarrador. Piensa en una reunión navideña en la que los miembros de tu familia te preguntan por tu trabajo, sólo para descubrir que careces de la capacidad de compartir de forma simple y técnica la forma en la que tu cerebro intenta transferir la información a tus familiares. Es un ejemplo de tarea difícil de cumplir", explica Andrea.

ColectivaMente (RoCur), como se denomina el proyecto, pretende que los curadores estén a cargo de su plataforma en Twitter y comuniquen la ciencia con sus propias palabras. Dar el control de la plataforma a un científico requiere que transmita el mensaje central en frases simples y comprensibles. "Incluso entre los académicos, no todos hacen el mismo tipo de trabajo. Lo que sabe un ecologista no tiene por qué coincidir con el marco de conocimientos de un matemático", afirma. Los científicos que participen en su proyecto recibirán consejos y trucos para transmitir sus mensajes en la plataforma. Algunos de ellos utilizan ayudas visuales, como emojis en lugar de palabras. "Es increíble lo que pueden hacer. También tienen la capacidad de expresar su propia personalidad a través de nuestra plataforma". Algunos hacen pequeñas bromas o mezclan sus investigaciones con elementos y ejemplos de la cultura pop.

El proyecto de Andrea se centra principalmente en los científicos que pueden compartir su ciencia en el idioma español. Hay varias cuentas de curación rotativa, y el concepto está bien establecido en el mundo de la comunicación. Se pueden encontrar innumerables plataformas de este tipo en inglés, francés e incluso en alemán. "No había visto ninguna en español, y menos de la forma en que lo hacemos nosotros. En el mundo académico, la ciencia se comunica en inglés de forma muy técnica. Quería crear un espacio en el que se pudiera leer ciencia en español, porque el inglés suele considerarse la norma. Estamos obligados a publicar nuestros trabajos en inglés. Es difícil. A menudo nos desaniman las correcciones lingüísticas durante el proceso de publicación, lo que lo hace aún más laborioso. Compartir la ciencia en diferentes idiomas, abre una puerta no sólo a la cultura de la persona que divulga la ciencia, sino que la matiza mediante el uso de su lengua materna". Los curadores no tienen por qué ser necesariamente de países de habla hispana. "Todos hacen lo posible por compartir el conocimiento de la ciencia lo mejor que pueden en el idioma español. Leer sobre ciencia en español crea esta nueva dimensión, porque el idioma en sí es muy detallado en comparación con el inglés, por ejemplo. Creo que leer ciencia en español da esta amplia visión de cómo los científicos hispanohablantes comparten lo que saben, y estoy bastante segura de que se puede aplicar a cualquier otro campo."

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ColectivaMente (RoCur) es una plataforma de comunicación científica colaborativa (rotation curation) en Twitter, donde miembros de la comunidad científica de diferentes disciplinas y nacionalidades comparten sus experiencias y conocimientos diarios en torno a sus proyectos científicos. ColectivaMente espera encontrar miembros de la comunidad científica que estén interesados en convertirse en curadores. Para obtener más información sobre cómo ser curador, póngase en contacto con ellos en contacto@colectiva-mente.org o envíeles un mensaje a través de sus plataformas de medios sociales.

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